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Cómo saber si una empresa es fiable para hacer negocios con ella

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Antes de empezar cualquier relación comercial, es imprescindible mirar con lupa cuentas anuales, beneficio bruto de explotación, imagen corporativa y transparencia, entre otros factores.

“La información es poder” dijo Francis Bacon, y con un tejido empresarial compuesto por 3,2 millones de empresas activas, según el INE, deberían ser muchos y muy variados los datos que sirviesen para conocer a una compañía y comprobar su viabilidad si nos planteáramos algún tipo de negocio con ella.

Esta información, que puede aportar valor en la toma de decisiones, va desde la más primaria, como su nombre, ubicación y actividad, y que se encuentra en el Censo Público de Empresas de la Cámara de Comercio de España, hasta la más detallada. Para encontrarla, no es raro acudir a empresas especializadas, que pueden además ofrecer ratings basados en datos financieros.

“Disponemos de herramientas tanto para consultar en un momento concreto la información de una empresa, nacional o internacional, como para mantener un seguimiento que nos alerte de los cambios relevantes que se produzcan en ella”, asegura Juan María Sainz Muñoz, consejero delegado de Informa D&B, una empresa que se dedica a almacenar y divulgar los datos de otras compañías.

La cuenta de resultados

Toda sociedad mercantil tiene como obligación legal de estar dadas de alta en el Registro Mercantil. A través de esta inscripción, la empresa adquiere personalidad jurídica y puede demostrar su existencia. Pese a que el Registro Mercantil es un organismo público, el acceso a la información que proporciona es de pago.

Más allá de esta formalidad, quien se acerque a una empresa para saber si es fiable tendrá que conocer el resultado de su actividad en números, ya que este elemento es un indicador muy útil de su salud financiera. Muñoz explica que “la principal fuente de información financiera y económica de las empresas son los depósitos de cuentas anuales que están obligadas a presentar en el Registro Mercantil, una vez que han sido formuladas y aprobadas por sus órganos de administración”. Por el contrario, este experto advierte de que “la obligación de compartir información fiscal al público es, en general, poca”. Las empresas tienen que presentar el impuesto de sociedades a Hacienda, “pero este dato no será público”, admite.

El beneficio bruto de explotación

El EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization, es decir, beneficios antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización, en inglés, o beneficio bruto de explotación) será otro elemento que se tendrá que utilizar para comparar las empresas. Sirve para conocer la rentabilidad de la empresa, los beneficios que ha obtenido o, lo que es lo mismo, la capacidad de la empresa de generar ingresos provenientes de su actividad principal.

Este indicador es útil pero no tiene en cuenta los gastos contables ni las obligaciones financieras o tributarias, por lo que con él se conocen los datos de explotación de la empresa, pero no la realidad económica, es decir, si hay deudas o depreciación en las compras, entre otros factores. Empresas especializadas como Infocif tienen esta información y elaboran rankings con el EBITDA.

La importancia de los embajadores

Además de los aspectos económicos y oficiales, el componente social también tiene peso en la evaluación de una empresa. El 13% de los pertenecientes a la generación del baby boom (posterior a la segunda Guerra Mundial) afirman que las opiniones en internet influyen en sus decisiones de compra, un porcentaje que alcanza el 17% para la generación X (la de los nacidos entre mediados de los años 60 y mediados de los 80) y el 19% para los millennials (los que vieron la luz entre finales del milenio anterior y principios del actual), según un estudio elaborado por la consultora KPMG.

De esta forma, es fácil entender como aquella persona que ha tenido alguna experiencia positiva con una compañía se convierte en su mejor embajador. Dentro del grupo de los embajadores destacan los empleados, ya que pueden aumentar la confianza en una empresa a través de una defensa de la compañía por la que trabajan y la mejora de su imagen corporativa.

La transparencia es clave

Otro aspecto que incrementa la confianza en una empresa es la facilidad de contacto que ofrezca, la rapidez con la que otorga una respuesta y la calidad de esta contestación. La publicación de la dirección física de la compañía, que aparezca un teléfono, así como un correo electrónico o un formulario de contacto son elementos básicos. Si dispone de perfiles en distintas redes sociales, es importante que estén actualizados y que la comunicación a través de ellos sea fluida. En definitiva, es necesario que existan elementos que aumenten la transparencia de la empresa en cuestión.

¿Es suficiente la información disponible?

Ya sean públicos o de pago, los recursos para obtener información sobre las empresas existen. “En el caso de las sociedades mercantiles sí que se dispone de fuentes de información financiera y de comportamiento suficientes”, afirma Muñoz. “Las mismas compañías comparten a veces datos de pago, lo que permite tener una fotografía para poder valorar el riesgo de una operación”, añade.

En cuanto a los empresarios individuales, Muñoz explica que solo se tiene la información del censo, por lo que apunta a que “sería conveniente la apertura de alguna fuente que permitiese valorarlas de forma más precisa”. Pese a alabar que exista una concienciación por parte de la Administración Pública sobre la información de las empresas en pro de la transparencia del mercado, el consejero delegado de Informa D&B echa de menos elementos importantes. “Se debería conocer la titularidad real de las empresas y mejorar la información de aquellas firmas que cesan su actividad sin que quede reflejado en ningún registro”, dice.

Reproducción del artículo ¿Cómo puedes saber si una empresa es fiable antes de hacer negocios con ella? del diario El País publicad el 15 de junio de 2018. https://elpais.com/economia/2018/06/01/actualidad/1527865365_081886.html

¿Qué es el Ebitda?

EbitdaEl EBITDA, (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization), es uno de los indicadores financieros más utilizados para analizar la situación de una empresa a pesar de que es un dato que no aparece en la Cuenta de Resultados de una empresa.

¿Y por qué se utiliza tanto? Porque determina la capacidad que tiene una empresa para generar beneficios teniendo en cuenta únicamente su actividad productiva. Por este motivo no se tiene en cuenta los intereses de la deuda, los impuestos, las depreciaciones y las amortizaciones de los bienes.

Calcula las ganancias que tiene una empresa antes de que sean descontados los intereses de la deuda, los impuestos, y la depreciación y la amortización.

Para entender bien el significado del EBITDA hay que comprender e identificar primeramente los componentes que forman los estados financieros de una empresa:

Balance de Situación

Muestra todo lo que posee una empresa (activos) y de qué manera se financian esos activos. Muestra, por tanto, una «foto instantánea» de la empresa, proporcionando la información necesaria sobre su situación financiera en una fecha concreta.

Dicho de otra manera, muestra los bienes y derechos que tiene la empresa (llamados Activos), y por otro lado, muestra las obligaciones que tiene con sus prestamistas y acreedores (Pasivos o Deuda), y el capital social en manos de los accionistas (capital contable, fondos propios o patrimonio neto).

Activos totales = Total del Pasivo + Total Capital Social.

Cuenta de Resultados

También llamada Cuenta de Pérdidas y Ganancias. Su misión es identificar los beneficios o pérdidas generados por la empresa. A diferencia del balance de situación, que reflejaba la situación de la empresa en un momento determinado, y recogiendo todo lo acontecido a lo largo de su vida, la Cuenta de Resultados identifica el beneficio o pérdida generados por una empresa durante un período de tiempo concreto, y delimitado por un inicio y un fin. Por ejemplo, un año o ejercicio. Sólo refleja lo acontecido en ese periodo concreto, sin tener en cuenta hechos anteriores.

Se compone de los ingresos obtenidos por las operaciones de la empresa y los gastos en los que se ha incurrido para generar esos ingresos. La diferencia entre ambos marca el beneficio o pérdida de la empresa.

Ingresos – Gastos = Ganancia o Pérdida

Los gastos pueden dividirse en dos categorías básicas, los gastos operativos o de explotación (costes necesarios para el proceso de ventas, los gastos generales y administrativos y los costes por depreciación) y los costes de financiación (los intereses pagados por los préstamos recibidos).

En base a esta distinción de los gastos se pueden obtener diferentes medidas de ganancia o pérdida, según se resten a los ingresos unas u otras categorías de los gastos. Y una de estas diferentes formas de calcular el beneficio o pérdida es el EBITDA.

Ebitda

Una vez asimilados lo expuesto podemos determinar la importancia de conocer este indicador respecto al beneficio contable neto, ya que lo que se pretende es ofrecer una visión más realista de lo que verdaderamente genera una empresa en sí, en un periodo determinado.

El EBITDA es el indicador que marca el resultado operativo de la empresa y la capacidad de sus gestores de generar ingresos y controlar los gastos. Y como ya se ha mencionado anteriormente, representa el resultado de la empresa antes de que sean deducidos los intereses de la deuda, la depreciación y la amortización de los bienes, y los impuestos.

Ebitda = Beneficios después de Impuestos + Amortizaciones y depreciaciones + Intereses + Impuestos

¿Y por qué no se tiene en cuenta estos gastos?:

Porque lo que se pretende es saber si una empresa es realmente rentable o no eliminando “distorsiones” y así conocer si el beneficio obtenido por su actividad es de verdad.

Sirve así mismo, para lograr una comparación más homogénea entre distintas empresas analizadas mediante este índice en lo que se refiere a la actividad de explotación. Y esto se hace depurando el efecto de los distintos sistemas impositivos y de depreciación y amortización contable, así como el apalancamiento financiero entre empresas.

Se considera que los intereses que paga una empresa dependen de su nivel de endeudamiento y de los tipos de interés vigentes. El EBITDA no tiene en cuenta el endeudamiento de la empresa, y por tanto, discrimina en su cálculo los costes de la financiación, ya que lo que se pretende medir es la capacidad productiva de la empresa con independencia de cómo se encuentra financiada.

En el caso de la depreciación y de la amortización se discrimina porque no son gastos en los que se incurren por decisiones operativas, dependen del valor contable de las inversiones realizadas y de los criterios de amortización aplicados. Además no son flujos de efectivo, es decir, son gastos no monetarios que no influyen en la Tesorería.

Y por último, los impuestos dependen del resultado obtenido por la empresa, dependen en parte de los intereses y de las amortizaciones y, por supuesto, de la normativa vigente en cada momento, con lo cual, varían en función de criterios ajenos al negocio.

Como punto final, mencionar que aunque el cálculo del EBITDA nos aporta información adicional a la contenida en los Estados financieros, hay que tener cuidado con las conclusiones obtenidas.

Un EBITDA elevado puede no ser necesariamente sinónimo de una buena gestión empresarial. Al no considerarse el endeudamiento de la empresa dentro de su cálculo, es posible que una cifra inicialmente entendida como buena, pueda convertirse en algo distinto como consecuencia de un elevado grado de apalancamiento, lo que hace que la capacidad real de obtener beneficios puede verse reducida de forma considerable.

Por ese motivo, es necesario considerar otros aspectos o índices de forma simultánea en el análisis de una empresa. Se hace entonces necesario y por tanto, debe ser habitual, el comparar el EBITDA obtenido con otros parámetros de la empresa, tales como la inversión realizada, las ventas efectuadas o el endeudamiento contraído en un período de tiempo determinado.