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La importancia de la consultoría contada por un músico

Pentagrama 02Soy músico, y me considero tan emprendedor como aquel que crea un producto o lanza un negocio.

La música es un ámbito complejo, pero no más que cualquier otro negocio donde hay multitud de cuestiones que intervienen: Marketing, Comercialización, Logística, Personal, Finanzas, etc.

En estos momentos estoy trabajando en lo que será mi primer disco en solitario, y lo que he tenido muy claro desde el primer momento es que necesito ayuda, y esa ayuda tiene que venir de un profesional.

Por ese motivo, he buscado la ayuda de un productor musical. Un productor cuyo papel es, principalmente, ofrecerme guía y consejo a través de las innumerables decisiones, pequeñas o grandes, que debo afrontar para poder alcanzar el sueño de crear el disco.

El disco es mío, está claro, y los beneficios o pérdidas que obtenga también lo serán, pero esto no significa que todo lo haya que hacer lo haga yo solo. Es más, en muchas situaciones no sabría ni por dónde empezar.

Por eso he buscado un productor musical, o lo que es lo mismo, un consultor/asesor/coach, según como lo queramos llamar.

Mi productor (o consultor) me sugerirá ideas, cambios o recursos musicales qué a mí nunca se me hubieran ocurrido y que imprimirán a mi música un estilo por encima de lo que yo había compuesto inicialmente. Me aportará, en definitiva, una visión distinta, y desde un ángulo que yo, como músico, o empresario, no tengo.

Pero hay algo muy importante: Yo debo estar de acuerdo con los cambios o con el nuevo o modificado estilo. Si no es así, el trabajo entre ambos no funcionará jamás. Eso sí, teniendo en cuenta siempre estas dos claves:

  • Yo debo ser claro en lo que me propongo.
  • Pero también debo estar dispuesto a cambiar mi opinión y considerar nuevas propuestas.

En definitiva, nuestra relación debe basarse en conseguir un equilibrio perfecto entre lo que yo, como músico o cliente, y él, como productor o consultor, estamos dispuestos a aportar y lo qué, cada uno, obtendremos a cambio.

“Es imprescindible crear una verdadera entente cordiale basada en la confianza y en la transparencia. Si no la hay, el resultado será un desastre”

Versión libre y adaptada del artículo publicado en el portal “Con tu negocio” por Salva López (http://www.contunegocio.es/gestion/consultores-para-que/)

 

Las empresas necesitan que sus asesores conozcan perfectamente sus negocios

 

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¿Sabemos cuántas empresas tienen contratados de manera externa a asesorías o consultorías qué, aunque llevan mucho tiempo trabajando juntos, no tienen ni idea del negocio que desarrollan ni conocen las peculiaridades de la empresa que tienen como cliente? La respuesta es, desgraciadamente… ¡muchas!

Hablando en plata, no tienen ni idea de lo que hacen sus clientes, y en general, no se detienen a conocer en profundidad el negocio de sus empresas. Les asesoran, administran sus estados contables y financieros, gestionan la fiscalidad de la empresa, les dicen siempre que no pasa nada ante cualquier problema y que no deben preocuparse. Y lo mejor de todo, les dan lecciones sobre el estado de la empresa y lo que deben hacer basándose en informes y balances que son totalmente erróneos e irreales.

Todo ello por realizar contabilidades con la única misión de cumplir el requisito legal que obliga a su llevanza, contabilidades que contiene errores y omisiones, que no reflejan la situación real de la empresa, y qué, en muchos casos, se realizan bajo criterios conceptuales y normativos muy básicos y/o erróneos que provocan, siempre y cuando son detectados, repercusiones altamente peligrosas.

Está claro, que no siempre es así, y que existen asesores externos que realizan su trabajo de manera ejemplar, pero tenemos que reconocer que esta situación que comentamos es la que viven muchas empresas actualmente.

Los Consultores y Asesores de empresas deben conocer en profundidad el negocio de sus clientes para entender mejor como administrar sus estados contables y financieros y cómo repercute su trabajo en el impacto económico de estas empresas. Cuanto más se profundiza en el conocimiento de las actividades de la otra parte, mejores resultados se obtienen. Por el contrario, como ya hemos comentado, una gestión externa aislada de la propia actividad del negocio provoca grandes deficiencias y errores constantes en la información necesaria para realizar la correcta gestión de cada negocio.

Las firmas de asesoría deben trabajar pensando en sus empresas clientes, de manera real, con fiabilidad, con lealtad, y siendo siempre un elemento de consulta, de apoyo y motivador.

Deben formar parte de la estructura de la empresa y de su equipo humano, aunque de manera externa. Está claro que no participan en el día a día de la empresa tanto como si fueran internos, pero deben actuar y trabajar como si realmente lo estuvieran. La disponibilidad es, en este punto, un tema esencial. Y esto último es algo qué, desgraciadamente, las empresas echan en falta constantemente.

Por otro lado, es imprescindible crear un buen método de trabajo, unos buenos y fluidos canales de comunicación y que exista un verdadero entendimiento profesional entre la empresa y su Asesor/Consultor, aunque sabemos qué en muchas ocasiones no resulte fácil. La relación debe basarse siempre en la confianza mutua.

Sin confianza, es imposible que las cosas salgan bien.