Etiquetado: Compromiso

Alquilar un directivo: Interim Manager

im-ok-02

Podemos decir que el concepto de Interim Management es lo más parecido a alquilar un directivo. Y surge cuando una empresa, en vez de contratar a un nuevo ejecutivo de forma permanente, opta por contratar los servicios de un profesional ajeno a la Compañía, con una acreditada experiencia en gestión empresarial, finanzas, marketing, ventas… para desempeñar, en un tiempo determinado esa labor específica. Además, con resultados inmediatos y a un menor coste.

El término de Interim Manager identifica a expertos a los que se contrata para una misión específica en un tiempo determinado: Profesionales con dilatada experiencia en gestión y dirección que se incorporan de forma externa a una empresa para llevar a cabo una misión ejecutiva muy concreta durante un plazo de tiempo determinado y con unos objetivos previamente definidos.

El Interim Manager no es un consultor, ni puede catalogarse como una contratación de trabajo temporal. El Interim Manager es un directivo temporal: Una figura con amplia experiencia directiva, que ha gestionado situaciones diversas, que está claramente orientada a la gestión y a los resultados, y que presta sus servicios profesionales durante un periodo de tiempo limitado, como un integrante más de la empresa, pero sin pertenecer a ella.

Realiza servicios aptos para cualquier empresa, grande o pequeña, pública o privada, empresa familiar o participada por Capital riesgo… Por tanto, la actuación de un Interim Manager no está ligada al perfil de la empresa, sino a sus circunstancias y a la necesidad de disponer, por un periodo definido, de ejecutivos y/o gestores con una experiencia contrastada y a un coste variable.

El Interim Manager da respuestas a necesidades muy diversas: Adopción de medidas urgentes, procesos de gestión del cambio, reorganización, reestructuraciones, mejora de procesos, ejecución de proyectos, cambios estratégicos, reemplazo temporal de directivos, reflotamiento de empresas, etc.

La cuestión es: ¿Por qué una empresa se plantea recurrir a un directivo externo?

Ventajas de contratar a un Interim Manager

En primer lugar, la experiencia. El poder acceder a un profesional de nivel superior de que de otra manera sería imposible poder contar con él.

También, la rapidez: Un proceso normal de selección de directivos requiere normalmente meses. Esto hace que la incorporación y puesta en marcha del proyecto sea muy rápida.

La vinculación: La relación entre el Interim Manager y la empresa es siempre temporal y por un periodo de tiempo determinado: La media de tiempo que duran este tipo de proyectos es de seis o siete meses, pudiendo alargarse hasta un año como máximo. Además, el reto del Interim Manager es cumplir los plazos.

La retribución se realiza, en gran medida, en función de los objetivos a alcanzar, suponiendo un coste variable, y no fijo  para la empresa. La fórmula habitual consiste en dividir el coste del servicio entre unos honorarios fijos y un variable determinado en función de los resultados obtenidos.

Son profesionales que deben actuar con un alto grado de objetividad y  visión independiente y, al operar en los niveles de dirección, deben disponer de la autoridad y el apoyo necesario para ejecutar los cambios encomendados en la organización.

Su trabajo se desarrolla en función de los objetivos a alcanzar, con un alto grado de compromiso e implicación y consiguiendo una productividad muy elevada. Por tanto, su papel no puede ser consultivo, sino que debe ser ejecutivo, siendo responsable de definir y ejecutar los proyectos y asumir la responsabilidad de su consecución.

Por último, para que la actuación del Interim Manager sea enteramente satisfactoria, debe convertirse en una figura que complemente y mejore el equipo directivo de la empresa, pero nunca debe constituir una amenaza para el equipo de gestión permanente. Con su labor se debe incrementar el valor de los equipos y actuar como un verdadero “mentor” de los profesionales de la empresa. Por ese motivo, debe tener un alto nivel de empatía, de capacidad de escuchar y tener la capacidad de integrarse rápidamente.

¿Qué objetivo busca la contratación de un Interim Manager?

El objetivo puede ser cualquiera: Revitalizar el negocio, aumentar los beneficios y reducir gastos, incrementar la productividad, pilotar procesos de internacionalización, preparar la compra de una empresa. Al detalle, podemos mencionar:

  • Cuando se requiere un profesional para dirigir o liderar un área determinado de la Empresa, sin que sea necesaria una dedicación completa.
  • Cuando se necesita un profesional con experiencia para realizar una función específica o llevar a cabo un proyecto concreto de duración determinada que requiere un perfil que no se encuentra dentro de la compañía, o no sea posible una contratación.
  • Cuando se da una vacante temporal de un cargo directivo por baja temporal, cese o dimisión, y mientras se concreta una futura incorporación definitiva.
  • En el desarrollo de las habilidades de dirección.
  • Cuando la Empresa se encuentre inmersa en un proceso de cambio o reestructuración, o en la elaboración e implementación de nuevos modelos de negocio o planes estratégicos.
  • En la implantación de planes de reducción de costes, de nuevas líneas de producción, de sistemas de información o certificaciones de calidad…
  • En el desarrollo de nuevos productos o su lanzamiento, nuevos nichos de mercado, internacionalización, etc.
  • En la profesionalización del consejo familiar, en la preparación de una sucesión generacional
  • Cuando se está o se inicia un proceso de Adquisición, venta o fusión de la empresa.
  • Etc.

Coaching, Coach y Coachee

Coach 01

Coaching es la disciplina de asistir a las personas, a través de la conversación, para que se movilicen de manera exitosa para alcanzar los objetivos deseados superando las limitaciones y potenciando las fortalezas. Consiste en ayudarlas a aprender en lugar de enseñarlas.

En la relación entre Coach y Coachee –entrenador y entrenado- el Coachee no debe esperar encontrar en el Coach a un gran amigo o al mejor consejero. Aun así, debe establecerse entre ambos un verdadero marco de confianza.

El Coaching busca sacar lo mejor de cada uno de nosotros, acompañando a cada persona en su desarrollo. Es un proceso encaminado a que el Coachee –el profesional– descubra por sí mismo cuáles son sus fortalezas y sus carencias y diseñe su futuro en consecuencia. Sirve para que cada uno se descubra a sí mismo, y sea el responsable de su propio destino.

La función del Coach es plantear desafíos y servir de guía para que el Coachee descubra sus propias cualidades y su verdadero potencial, y cumpla con los objetivos y las acciones que él mismo se ha marcado. Es un camino duro que debe recorrerse por sí solo.

La clave del éxito está en que el profesional debe enfrentarse a sus propios retos y desarrollar las habilidades necesarias para asumir los distintos desafíos en los que puede o quiere verse inmerso.

Pero la tendencia es pensar que un proceso de Coaching es algo mágico que va a solucionar los problemas a los que nos enfrentamos sin esfuerzo ni compromiso alguno. Y no hay nada más alejado de la realidad. El Coaching requiere grandes dosis de compromiso y puede convertirse a veces en una experiencia poco agradable. Aun así, es uno de los métodos de desarrollo más poderosos.

El Coach no está para realizar sugerencias y nunca toma partido. Si lo que realmente se busca es consejo y ayuda a los problemas profesionales para alcanzar una salida, el Coaching no es el camino. En estos casos, la opción más acertada es recurrir a la Consultoría, a un mentor o asesor, o incluso, a un amigo, pero nunca a un Coach. A diferencia de los Coachs, éstos forman y enseñan al profesional durante el periodo de tiempo necesario para conseguir convertirlo en el perfil deseado.