Franquicia y franquiciado: Pautas para abrir una franquicia
El negocio de las franquicias goza de buena salud en España.
Un acuerdo de franquicia supone el inicio de una relación comercial entre dos partes, el franquiciador y el franquiciado, por la cual el primero aporta al segundo una licencia de uso de una marca que ya ha demostrado su éxito en el mercado a cambio de una aportación económica y durante un plazo determinado.
Iniciar una aventura empresarial mediante un sistema de franquicia permite al franquiciado ser titular de su propio negocio explotando una marca y modelo de negocio ya consolidado y con un buen posicionamiento en el mercado. Es un modelo de negocio que el franquiciado adopta y le permite liberarse de la necesidad de crear el suyo propio con los riesgos que esto implica.
En definitiva, es la manera de crear un negocio propio basándose en la experiencia exitosa de un tercero, utilizando su marca, imagen, experiencia, procesos, formación, asistencia… y con ciertas garantías de rentabilidad.
Y todo ello, a cambio de una contraprestación económica que el franquiciado debe afrontar en forma de canon de entrada, y normalmente, de un determinado tanto por ciento sobre los ingresos o beneficios que se generen.
Es un sistema con buenas ventajas para el franquiciado, pero, no nos engañemos, también, y mucho, para el franquiciador:
- El franquiciado se beneficia del uso de un negocio ya implantado, de recibir la formación y asistencia necesarias, del acceso a precios de compra más ajustados y en muchos casos, también en el apoyo a la obtención de financiación para el proyecto.
- Por su parte, el franquiciador basa su beneficio en la obtención de una buena rentabilidad por la cesión de su modelo de negocio, en la expansión de la marca a través de sus franquiciados, en la optimización de sus recursos, y en su fortalecimiento en la negociación con proveedores.
Pero existen también inconvenientes, pero en este caso, son principalmente para el franquiciado:
- Uno de los mayores inconvenientes para el franquiciado es la falta de independencia, o lo que es lo mismo, la dependencia que asumen con la marca de la franquicia, la obligación de gestionar en base al modelo pre-establecido, y la limitación por contrato de su capacidad de actuación. Esto es muy importante, ya que no todos en el mundo empresarial están dispuesto a asumir en su propio negocio las directrices que se le marcan desde fuera.
- Otro inconveniente muy a tener en cuenta pueden ser las condiciones abusivas que en ocasiones los franquiciadores imponen a sus franquiciados, lo que les puede suponer situaciones de crisis o de baja o nula rentabilidad.
Pautas para abrir una franquicia
Para iniciarse en el mundo de la franquicia y aventurarse en este tipo de negocios es imprescindible seguir una serie de pautas que nos permitirán afrontar el proceso con las máximas garantías posibles. Como puntos imprescindibles podemos destacar:
- Elección de la marca y empresa que se desea gestionar.
- Conocer en profundidad la marca y la empresa franquiciadora: Su funcionamiento y características.
- Conocer en profundidad la actividad a desarrollar y el sector en la que se enmarca.
- Conocer la filosofía y metodología de trabajo.
- Obtener toda la información sobre los requisitos necesarios para convertirse en un franquiciado de la marca.
- Firma de un pre-contrato de franquicia, que permitirá obtener la información necesaria para la firma definitiva y no perder la oportunidad.
- Elaboración de un plan de acción. Imprescindible.
- Determinación de los riesgos.
- Estudio del mercado en el que se mueve la franquicia.
- Estudio de la competencia.
- Estudio de la estructura y composición de los franquiciados ya existentes de la marca. Obtener información de estos franquiciados.
- Elaboración de un plan económico y financiero: Capacidad de inversión y necesidades de financiación.
- Rentabilidad y plazos de retorno de la inversión.
- Aporte de la franquicia y coste de la aportación: Cánones y royalties a pactar.
- Localización geográfica de la nueva franquicia: Búsqueda de locales o instalaciones donde se desarrollará la actividad.
- Buscar el asesoramiento profesional en todas aquellas materias en las que sea necesario.
- Estudiar y pactar las condiciones formales del contrato a firmar: Evitar condiciones abusivas, duración del contrato, condiciones económica, exigencia de zona de exclusividad territorial, posibilidad de renovación del contrato para proteger la inversión ya realizada, etc.
- Firma del contrato.
- Inicio de la formación e inmersión en la filosofía de la marca.